Una Pintura obscura y tenebrosa del artista Fabres de Costa expuesta en el Museo El Prado, Espana; inspiró al artista a recrear una obra que refleja una mujer joven y hermosa atada con cadenas a su cuello y manos, y su rostro está lleno de dolor y desesperación. La pintura es una metáfora del sufrimiento de una nación atrapada, sometida a la opresión y la tiranía. Una obra de arte poderosa y conmovedora que nos invita a reflexionar sobre el valor de la libertad.
Esta pintura al óleo captura la intensidad emocional y simbolismo profundo de la lucha humana contra las adversidades. En el centro, una pequeña barca enfrenta furiosas olas de una tormenta marina, con tres hombres representando diversas facetas de la desesperación humana. La barca, símbolo de la travesía humana, lleva consigo historias de quienes desafiaron las olas, destacando solidaridad y empatía hacia quienes enfrentan incertidumbre. La mezcla de angustia, desesperación, esperanza y valentía se entrelaza con la búsqueda de ayuda divina personificada por la Virgen de la Caridad. Inspirada en la obra de Rembrandt
La pintura está profundamente influenciada por tres obras maestras: “Noche estrellada de Vincent van Gogh”, “La balsa de la Medusa” de Théodore Géricault y “La libertad guiando al pueblo” de Eugène Delacroix. La concepción original del artista para esta obra se basa en el trágico suceso de
Fusionando partes de la canción de Willy Chirino “Ya viene Llegando”, y la pintura Guernica de Pablo Picasso y muchos otros símbolos esta pintura es una representación vivida del inmigrante. Un niño solo mirando hacia el horizonte, donde se puede ver un amanecer. Elevándose sentado en una silla que tiene las patas partidas, representando la división entre el pasado y el futuro en medio de un paisaje lleno de símbolos. El juguete y el barquito de papel representando su infancia, su inocencia y su viaje. Una cinta métrica y una flecha representando la distancia que lo separa del pasado y su dirección hacia el futuro con la esperanza de que sea mejor. Una obra de arte que evoca tristeza, esperanza y determinación que nos invita a reflexionara. De donde haz venido tu? Eres solo tu o eres una parte de la historia de tu familia?.
Una obra surrealista con una representación intrincada de la vida humana a lo largo del tiempo. La obra invita a reflexionar sobre la conexión entre la memoria y la vida, la percepción del tiempo y la creación del universo, creando un escenario donde la persistencia de la memoria se convierte en una búsqueda constante, incluso cuando el tiempo parece escaparse de nuestras manos. Esta pintura toca la fibras sensibles del tema del miedo a la decadencia y a la muerte, aspectos recurrentes en las obras de Salvador Dalí. El bastón, tradicionalmente asociado con la vejez y el apoyo necesario para el caminar, adquiere un matiz más profundo al estar presente un violin, como símbolo de la música de la vida, representando la capacidad humana para crear armonía, expresar emociones, superar desafíos con resiliencia y componer una evolución personal llena de belleza y significado. Esta dualidad sugiere la relación compleja entre el envejecimiento y la creatividad, pero también puede interpretarse como una metáfora del miedo a la decadencia física y mental. La fusión de estos elementos representa la coexistencia de la fragilidad humana con la capacidad creativa que perdura a pesar de los desafíos del tiempo. Así, el cuadro se convierte en una exploración visual de la ansiedad ante la muerte y la inevitable decadencia, capturando la dualidad de la vida y la ineludible confrontación con la mortalidad. La persistencia de la memoria, expresada a través de la compleja simbología y la presencia de elementos dalianos, se convierte en un testimonio artístico de la lucha humana contra el miedo a la efímera existencia.
Esta pintura surrealista explora la complejidad de las relaciones humanas y la dualidad en la experiencia de la vida. Dos personas casi idénticas están unidas por una camisa de fuerza, simbolizando la conexión y dependencia, pero también la restricción personal. En el centro, una caja de madera con símbolos de ajedrez, peones, caracol y un pomito de cristal con una planta simbolizando el dinero representa elecciones estratégicas y la complejidad de la vida. Elementos como el sacacorchos y el caballito de mar añaden matices de lo mundano y lo maravilloso. El fondo rojo crea una atmósfera intensa. La rosa roja invertida y la rosa blanca que florece dentro de un candil representan la dualidad del amor apasionado y la pureza espiritual. Las piezas de ajedrez, la reina blanca y el rey negro, exploran las complejidades de las relaciones amorosas y las dinámicas de poder. En la parte superior, un símbolo dorado con un triángulo y un capullo de mariposa sugiere la transformación espiritual a través de la dualidad y la estrategia en la vida. En conjunto, la pintura invita a reflexionar sobre nuestras elecciones, relaciones y la búsqueda de significado en la existencia.
Esta obra captura la esencia de Venezuela en medio de las turbulentas aguas de su realidad. En el lienzo, una mujer se erige como un símbolo viviente de la nación, su rostro reflejando la fuerza y la dignidad en medio de la tormenta que azota su tierra. La paleta de colores, salvajemente desbordante, encarna la complejidad de la situación que ha envuelto a Venezuela en una vorágine de desafíos. Cada trazo de pincel refleja la lucha y la resistencia del pueblo venezolano, mientras que la amalgama de colores expresa la riqueza cultural y la diversidad que sigue floreciendo a pesar de las adversidades. La mujer retratada se convierte así en un faro de esperanza, recordándonos que, aunque la tormenta sea feroz, la luz de la esperanza nunca se desvanece por completo.
Oil painting on Linen
Es una obra pictórica que evoca el espíritu de la icónica
Oil painting on Linen
Oil painting on Canvas
Inspirado por la obra Un Coq pour Changon de el famoso pintor cubano Wilfredo Lan esta pieza representa es un retrato Afro-cubano imaginario mostrando la libertad del arte y el parentesco del ser humano con la naturaleza.
Oil painting on Panel
Oil painting on Canvas
Oil painting on Canvas
Oil painting on Linen
Oil painting on Canvas
Oil painting on Paper